martes, abril 25, 2006

Crack, crack. Mensaje encriptado para el cumpleaños 31


Tomada la ciudad
levantado Hermes el mensaje en labios:
No morir, no caer,
ni daño ni afirmación.
beso en boca
y seca también garganta
de sal, marihuana
dios y alcohol.
No perdón, ni traición.

Hades encriptado

jueves, abril 20, 2006

Variación DOS del abril/abrir

Coraje, madre coraje y valiente
(Esta noche mando a la puta chingada todo lo que tenga que ver con los caprichos).

¿Qué es esa mierda de la página en blanco?, ¿y el miedo, el trauma, el temor, la angustia? Hay cosas que son susceptibles a esos sinsabores. No hay gasto que justifique la terrible predicación, atmosférica y dadora de esperanza y justificación del malpensador, malescritor. Ni ritmo que se mueva ni persona que se hinque por la impotencia.

Franco. He de moverme franco a tierra firme. No al precipicio ni al mar. Yecto al andar, firme aun cabizbajo mas firme –dijo el escribidor-.

Abril los ojos y derretir el mundo
en el parpadeo olas
anego el deseo
del sobrevivir sin musitar;
(eso quiero, eso busco)
buceo de comisuras
que me baña la saliva
y la sal migrando al corazón
curtido, crudo, seca
y la primavera escurra
indeleble
en un abril
cierro los ojos
(en el deshielo
cavo las flores
de boca en roca
salina).

martes, abril 18, 2006

Y volver a abril los ojos hasta abril

…es un abril de ojos
que truena interrumpe
-trueno irrumpe
banal-
la rima
campea y en el teatro
del fin del mundo;
abril los ojos
y metí mis dedos
en miel y gracias;
la espera
acomodado en de veritas
la mismita luna y la mismita confusión
de los actores.
Cuestión de intenciones y hormonas
te pones tensa
en este arrabal
dulce de acerrín.
Y como ya el ajenjo me ausentó,
desmejorado
me retiro trueno
de lluvia atenta, nocturna.
Y volver a abril los ojos hasta abril.
(Con el escenario lleno de sapos
la noche calló y regó su silencio
despacito
por toda la cuadra).

martes, abril 11, 2006

Altavista metafísica

Se puede reconocer a la otrora -dijera yo cuando me sentía "escritor"- amante a la distancia. Y no me refiero en algún sentido metafísico, sino a que a 40 metros, paradita en la esquina, viendo esas piezas de Artefacto, muy mona, con el crío en su carreola empujadomecido por la doméstica (¿qué no si es doméstica debería esta en casa?, ¿qué no eras de las que decían que nunca tendrías servicio de "nana"?, ¿qué no…?), y resguardado por un séquito conformado por la insoportable hermana eterna quierosermamávéanmeconunniñoenbrazosnoestoyquedada… (¡uy, cuñadita!), su rum meit (compañeras de ron, ajá, tortillas) y el bobo chofertameme, realmente es fácil adivinar que esa rodilla izquierda le pertenece. Uno ya anduvo allí, de brinco en cama y de camellón en pista de baile. Sabe uno, y muy bien sabido, cómo se para en la regadera, el piecito alzadito para no pisar ese azulejo de baño de soltero -asco, decía-, el tobillo a 15 cm del suelo para que la media ceda… mis manos ajustando sus agujetas. Por atrás, sí, se ve que es ella. He reconocido esa espalda, me la sé de sueño, como rodilla, tobillos y muslos sin memoria metafísica.

martes, abril 04, 2006

ABRIL EN SAÔ PAULO

Voltear a verte es percibir el fin del mundo
y del tiempo.
Y bailar contigo es dejar que la bossa desenvuelva sus manos
y nos abrace tenue y saudademente.
Bethania de traiciones y arrebatos,
eres la cauda de mis malviajes;
de la caridad y de tu mal espíritu
crecen miles de maldolores
y esta tarde malbailo,
atrevida.
Mala.

domingo, abril 02, 2006

Arreglismo

Al desempolvar mis discos, hojear mis libros y provocar temblores e inundaciones, cual Dios, reacomodando objetos acumulados, tuve una revelación: no podré cumplir mi sueño de componer canciones sencillas, evocadoras, cargadas de nostalgias arrabaleras, de sueños, mentiras y odio, hasta evitar esa manía arrítimica de querer brincar de un lado para otro con tres patas, cuatro ojos y dos cabezas.

No es que siempre trate de abarcar lo inabarcable para no abarcar nada al final, es la necesidad de conquistar la próxima piedra y planear su mudanza, como esos juegos de video en los que hay que brincar por el aire sobre un objeto que al momento de pisarlo cae al vacío, para asegurar la vida y conocer el juego hasta el final.

El japonés Takashi Miike, creador de un cine carnicero, describió su trabajo de la siguiente manera: “Siempre he creído que estoy a la deriva, que carezco de un sitio al que pueda volver. Me considero un arreglista más que un autor. Ya que no tengo una base, mi acercamiento al hacer una película es como si me trajeran algo de otro lugar.”

El “arreglismo” como condición supone llegar tarde a todo, mirar desde la oscuridad de una sala de cine el espectro de luz que se forma desde el proyector hasta la pantalla. Es mirar la guitarra en una esquina y mirar en el espejo una imagen que parece venir de otro lugar.