lunes, diciembre 31, 2007

Para Zeta cuatro

En arena firme viene el despegue. La raya en el mar conviene convulsa y dice ya, a la hora de amarrar las cuerdas de las alas. Un paso y digo sí, y otro y también. Cuajado de miedo y postrada la ira en la montaña me aviento contigo siempre. Contigo siempre me aviento y vamos al aire. Con la cabeza profunda en ondas de allá pa’cá, el eco nos envuelve. Otra vez todo es verde y submarino desde acá arriba donde nada nubla y nada riñe.

Entre los dedos me escurro y lo que escurro es a mi enarbolado a miles de raíces de trepadora distancia. Así es flotar dejando la espuma entera y los posos del grano que abrevo siendo uno, siéndote uno con el verso. Subo y gano la altura del mareo. Reposo profundo y total es tu espíritu Zeta sobre mi vuelo.

1 comentario:

Emmanuel dijo...

O mio favorito.