Balsa
De nuevo vengo, de noche nueva
a enterrar los puños,
las encías, el pecho
en tus mares
mares de sangre
que eres espina de mi silencios.
Escurro
Quisiera creer en la paz
que me ha dejado este abandono
(¿por dónde me saco este abandono de horas,
en dónde carajos me seco la pena?)
para sonreírte sin titubeos.
Indago
Separado, mujer, de tu vientre
no hallo el tinto adecuado
para celebrar mi nuevo llanto,
llanto espeso,
de gravedad cero.
martes, diciembre 06, 2005
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