viernes, diciembre 30, 2005

Convidados de piedra IV (Una de Santiago)


Tengo miedo torero


COMO DESCORRER UNA GASA sobre el pasado, una cortina quemada flotando por la ventana abierta de aquella casa la primavera del '86. Un año marcado a fuego de neumáticos humeando en las calles de Santiago comprimido por el patrullaje. Un Santiago que venía despertando al caceroleo y los relámpagos del apagón; por la cadena suelta al aire, a los cables, al chispazo eléctrico. Entonces la oscuridad completa, las luces de un camión blindado, el párate ahí mierda, los disparos y las carreras de terror, como castañuelas de metal que trizaban las noches de fieltro. Esas noches fúnebres, engalanadas de gritos, del incansable "Y va a caer", y de tantos, tantos comunicados de último minuto, susurrados por el eco radial del "Diario de Cooperativa".

Entonces la casita flacuchenta, era la esquina de tres pisos con una sola escalera vertebral que conducía al altillo. Desde ahí se podía ver la ciudad penumbra coronada por el velo turbio de la pólvora. Era un palomar, apenas una barandilla para tender sábanas, manteles y calzoncillos que enarbolaban las manos marimbas de la Loca del Frente. En sus mañanas de ventanas abiertas, cupleteaba el "Tengo miedo torero, tengo miedo que en la tarde tu risa flote". Todo el barrio sabía que el nuevo vecino era así, una novia de la cuadra demasiado encantada con esa ruinosa construcción. Un maripozuelo de cejas fruncidas que llegó preguntando si se arrendaba ese escombro terremoteado de la esquina. Esa bambalina sujeta únicamente por el arribismo urbano de tiempos mejores. Tantos años cerrada, tan llena de ratones, ánimas y murciélagos que la loca desalojó implacable, plumero en mano, escoba en mano rajando las telarañas con su energía de marica falsete entonando a Lucho Gatica, tosiendo el "Bésame mucho" en las nubes de polvo y cachureos que arrumbaba en la cuneta.
Pedro Lemebel

jueves, diciembre 22, 2005

El invierno viene y con él las andadas en el frijol, la frotadita de manos y el soplido exquisito desde las mejillas.

Único canto
el que llevo recorrido
punzando en la piel,
curtida y cortada carísima,
la canción es fría y bandida.

Maligno el sabor
de los huesitos
sitiados por estas muchas carnes
que han de aplastar
a la mosquita viva
que tienes entre las piernas.

¿Quién podrá con el paso
del viento amarillo y gris
de este invierno infante?

Maldecir y tiritar
en esta, la noche más larga del año.

miércoles, diciembre 21, 2005

Carta desde Francia

Me pareció espectacular…

vestida de blanco, me recibió,

y yo, que no tenía idea alguna de su verdadera belleza,

me entregué del todo, enmudecido por sus labios,

que besaban mis pies, a cada paso que daba para conocerla.

A mi me pareció espectacular…

por más que me la habían narrado,

por más fotos que le conocía,

ninguna se le acercaba al misterio de sussusurros,

ni de sus narcisismo heredado

de príncipes, reyes y amantes.

A mí, y sólo a mí, me pareció espectacular

que un 28 de noviembre del 2005 Paris se vistiera de blanco,

para recibirme, novia hermosa, con sus calles abiertas,

sus niños jugando, su museo de Louvre blanqueado de nieve,

su Notre Dame revuelta, con corona de espinas y clavos de crucifijo.


Y que yo caminara, imaginándote a mi lado,

mujer de mis amores, de mi mano te acariciaba,

por las calles de nuestra ciudad,

tú besábasme como si fuera la última vez que me vieras.

…a mí, sólo a mí y existencialmente a mí, Paris me pareció espectacular

viernes, diciembre 09, 2005

Big Bang (Maximas de "El sombrero")

Maldito cine, es como la ciencia: poner sobre un laberinto ratones con los ojos vidriosos y mantener un registro de cómo se les revienta el estomago, mientras se golpean la cabeza con la pared.

Los buenos actores son unos suicidas, se olvidan de si mismos, borrachos y medio dormidos, se ignoran, se miran al espejo y coquetean con la muerte; los actores mediocres, son unos maricones, jugando a olvidarse de si mismos, corren en busca de la nada y miran a la camara como al espejo de su casa. En cambio no hay actrices mediocres, si uno observa con cuidado, no hay nada de eso, al menos en blanco y negro. Hay actrices feas pero no mediocres. Hay actrices gritonas pero no mediocres. Hay actrices distraidas pero no mediocres.

El sombrero, después de ver “Flor Silvestre”.

martes, diciembre 06, 2005

Tres de tres

Balsa
De nuevo vengo, de noche nueva
a enterrar los puños,
las encías, el pecho
en tus mares
mares de sangre
que eres espina de mi silencios.

Escurro
Quisiera creer en la paz
que me ha dejado este abandono
(¿por dónde me saco este abandono de horas,
en dónde carajos me seco la pena?)
para sonreírte sin titubeos.

Indago
Separado, mujer, de tu vientre
no hallo el tinto adecuado
para celebrar mi nuevo llanto,
llanto espeso,
de gravedad cero.

Uno de uno mismo

Que así sea
Seas el molino de trigo
mi María de Betania
y yo el que pasa predicando
hambriento de amores de amigas,
flores santas de besos comprados.
Seas la hierba insalubre
del mendigo del pueblo
y la escoba que a los perros persigue.

Dos de dos ojos

Poseidona
Dame la vida
mujer de agua
refresca esta pena
mujer de trato amargo,
rasga y revienta mis malestares,
que esta noche la noche venga
a curar el olvido tejido
en mi trinche converso
que ya te reza de años.

Eva Ubica
¿Dónde has de posar mujer
tus labios paganos si no en mi costado herido?
Esta noche la noche mece sus nubes
y cae su cielo enjuto
de rodillas y de pena,
¿Dónde has de plañir y alborotar
las hojas de mis poemas si no en tu vientre?
Ven de voz y labios hasta rezar mi nombre,
infierno de besos, versos huérfanos y castrados,
del poeta malquerido en que por lunas me convierto
¿Dónde hemos de sembrar el olvido si no en los sermones?
Trepa el monte gitana
y amarga la desventura que me sigue maldito
bajo la virginal cuesta del abandono

miércoles, noviembre 30, 2005

La tia Juana le reza a San Diego

(A diez años)

¿Qué hacia durante el 1995? No recuerdo muy bien. Escucho un disco del año de 1995, que descubrí hace poco y pienso: ¿Tiempo perdido? ¿El 1995 hubiera sido distinto si me hubiera topado con esta música? ¿Todo fue diferente por los discos que descubrí? ¿Nada es inútil? ¿Todo es inútil? La música a veces suena tan atemporal, tan viva, tan refrescante que su forma de renovarse no deja de sorprenderme. Si existe música capaz de evadir el tiempo, me pregunto: ¿Hay música capaz de cambiar el mundo?

Durante el viaje de Tijuana hacia Ensenada, pienso en todo esto. La vista de la playa durante el “scenic road” es impresionantemente bella. Se distinguen a lo lejos, en un recodo, las enormes dunas. No hay barcos a la vista, ni lanchas, parece un mar desierto y extenso hasta lo más profundo del horizonte. Aunque parezca un poco dramático, sospecho que no será fácil dejar todo esto.

Comemos y de reojo miro el mar. No estamos tan lejos de la frontera, sin embargo he olvidado por completo el tema. Podría quedarme a mirar el mar durante toda la noche. La tarde es fría por acá y parece no terminar. Justo a las 5 de la tarde todos comienzan a moverse inquietos, usan las bolsas de sus chamarras o pantalones para avanzar.
Los atardeceres son cortos y discretos.

Las palmeras, me comentan, no son reales, el paisaje es árido y edificar un árbol o alzar una planta es trabajo de los dioses. Dicen que después de este Municipio la baja esta desierta. Cuando el Ministerio Publico tiene que recoger algún cuerpo en la baja sur, tardan tanto en llegar que encuentran una mitad dentro del estomago de los gusanos y la otra mitad irreconocible. En un punto lejano, la gasolina esta a medio tanque de distancia, es decir la rutina es ir regresar, ir y regresar, para mantener combustible.

En el año de 1995, escuche algunas veces el nombre de Tijuana, porque era una referencia para San Diego. Era un año difícil. Escuchaba con indiferencia todas estas señales y me dedicaba a abrir mis discos y mirarlos durante horas en mi cuarto.

Comienza la noche y regresamos, casi en silencio. No entiendo como ha pasado tanto tiempo. El regreso siempre es mas corto. Aunque restablecer los años, darles forma y sentido, resumirlos entre cervezas y caminatas, es mas sinuoso, largo y casi angustiante, a diferencia del digerible e inquieto paso de los días, del deseo interminable de que transcurran fechas, de esperas y de puntos de encuentro.

En resumen: hay fronteras todavía, se renuevan las pinturas de los muros, aumentan los autos, hay nuevas carreteras, las calles crecen, y los semáforos son insuficientes. Los barrios nuevos se edifican a kilómetros de distancia del centro de las ciudades, como una forma de desaliento o simplemente pérdida de esperanza en transformar la necedad. El clima es mas extremoso, las brechas no se acercan ni poquito, creo que la rueda de la fortuna con un poco de mantenimiento se mantiene firme y dando vueltas. ¿Qué fue del 95?

sábado, noviembre 26, 2005

La garita de San Ysidro



Los informes en la radio son continuos y exagerados: 185 autos en cada línea, 600 autos por minuto, en total hay según el último conteo 2 millones de tijuanenses y un millón de autos cruzan diario en horas pico. Lo dudo, la frontera es demasiado ordinaria: una lámina delgada, que por algunos tramos se joroba, se alza y se agacha; oxidada y carcomida hasta el mar: que desperdicio, que inútil ¿Por qué guardamos papeles, hojas, revistas, artículos, cartas? ¿Qué sentido tiene mantener una valla a punto de caerse? ¿No deberíamos desechar nuestros libros y nuestros discos una vez escuchados, leídos y admirados? ¿A qué o a quién nos aferramos? La frontera es un círculo vicioso, un laberinto sin salida, preguntas sin respuesta, falsas promesas, el deseo de ser alguien más, alguien lejano, alguien ajeno ¿comprenden?

¿Qué hay del otro lado? Me pregunto, cada vez que accidentalmente escucho la radio exactamente durante el informe de transito fronterizo, ¿la frontera se percibe a través de la mente, de los ojos, de las manos o de la piel? Imagino que el locutor mira al vacío con sus audífonos puestos, creyendo que viaja en algunos de los autos que cruzan la forntera todos los dias. Imagino esos dias como transmisiones completas, llenas de calma.

Un detalle: el mar se divide de forma ridícula, una serie de troncos en fila, que son cruzados traviezamente por niños que pululan en la playa con ropa de invierno, pues el frío del agua es impresionante. Se respira un espíritu de inquietud, los asistentes caminan como zomibies, con las manos en la bolsa, tuercen el cuello y miran de reojo hacia “el otro lado”, señalando un punto a lo lejos. Una parte de la valla esta rota, y se alcanza a distinguir el suelo del territorio americano: la observación provoca vértigo, ansia por transgredir, adrenalina violenta, tirarse al vacío para demostrar que todo es una puta ilusión, un jodido y frágil cristal, y que cruzar es como romper un vidrio con el puño, claro si uno esta dispuesto a sangrar por algunos minutos. ¿Acaso la esperanza no es otra cosa que andar con la mando vendada todo el tiempo?

Un desconocido se me acerca a comentarme suavemente, como si estuviéramos en medio de una opera o un velorio que es lo mismo, y sin mirarme a los ojos me dice: “Yo creo paisa, que el aire por aca es más lindo” “En el futuro, dijo como si lo hubiera reflexionado por años, las ciudades estarán alzadas a dos metros del suelo, imagino algo así como vivir en la copa de los árboles. Es la unica forma de evitar estas bardas malhechas, el suelo no tendría sentido: no nos odiáramos tanto. El árbol es mas noble, mas lindo” repitió esa última palabra como si estuviera recitando un viejo corrido. Subí el cierre de mi chamarra y me pregunte: "¿hará el mismo puto frío del otro lado?".

jueves, noviembre 24, 2005

Púgil

De las noches de balbuceo
he de andar estoico
hasta sentir la piel
en los labios;
azar al beso,
de bruces,
irse de Cristo
(donde caiga)
de frente al beso,
(¿en la mejilla?)
proporcionado.

While my guitar gently weeps

Te has sentido asfixiado. No ha habido fogueo en tantas noches que ni sabes de dónde sacar ritmo para presear en el arrimón femenino. Un poco de brauni, helado de vainilla y tinto de Santo Tomás frío, buches non disgustantes y cerrar los labios, la encía, lengua, abrir los dientes y los ojos staring at the foco... pasa la avenida y con ella y tras ellas pasas la voz. Eres la voz cantante del maridaje.

Tras unas cuántas, vas dejando la sensatez y el mal gusto. Eres el rayo malo que parte a los blasfemos. Es de noche y ya no ves, pobre de ti. Hubo años en los que estabas acompañado, acompasado del brazo con Pseudo. Fumar y no pedir nada de cambio, no tienes para arrumacos. Llamas a tu hermano al alba, para esperar a que el día se ponga de sol ante la ciudad. Hoy es la reconciliación con la memoria, con el pasante año que te ve jugar ya sozinho sin el amor que profesabas siendo aún adulto. Es de esperarse que la historia sólo absuelva a los perdedores. Que te coja desnudo y vulnerado de los pies.

Ya despiertas del espasmo. Prometes andar de juerga en el Cantábrico y que te parta un buen rayo si Pseudo no degusta del mar acobardado cuando se te ocurra brincar mar adentro, sí, mar adentro como el cielo que se haya a sí mismo en esa vertical que solían ser tus queridos junto a la playa de calor, sombra y mosquitos. Que las rocas perjuren y juren después de jurar que nada, nada se va tan lento como la amistad tras una faldita, de poca monta y mucho empeño, pero de poca monta.

El álbum blanco nunca encontró el color en su ruta, de revolución, pugilismo y desperdicio amplificado...

jueves, noviembre 17, 2005

Mauricio Mustardfa: diga adiós al Magreb, años de exilio lo esperan en el Viejo mundo, lo bienvengo Sadik a este nuovo mondo, eléctrico.


Mogadicio:

Assalamu'alaikum

Sé que es difícil cruzar Bel El Mahdi . Pero su extraño viaje me ha dejado por completo en la ignorancia del futuro. Si bien no soy taumaturgo como usted, he de presumir que eso de adivinar, con un poco de hash, el maktub, es algo que se me da.

La Helvetia le queda como anillo al dedo ¿Basilea? No se espante con la Münster, que le va, le digo, muy bien. Vaya, si hasta Pío II anduvo de juerga por el empedrado, pero eso sí, con muchachas decentes. Erasmo de Rotterdam tenía de amigo a Tomás Moro cerca de allí. Usted y yo somos algo así, usted es moro, pero no católico (la genuflexión no incluye risa). Encomion moriae seu laus stultitiae, le dedicaré una, cómo no, si su locura es encomiable, mire que tras 10 años de cárcel en Orán, y que decida su traslado a Basilea, no cualquiera. Usted era el rey del Magreb undeground, ¿desea conquistar Europa?

Siéntese en la antiqa frontera romana, respire los muertos de la Alsacia tedesca, pero sobre todo, pregunte, ¿por qué demonio separaron a la Iglesia? Sí, ríase, me importa mucho.

Ma'a ElSalama, Sadik, (sí, lo considero mi amigo aunque nos separe una cosmología entera, de eso se trata, ¿no?).

lunes, noviembre 14, 2005

Boceto de "Aeropuerto Norte"

"El sombrero" ama la ciencia. Le produce una especie de escalofrío esa vieja discusión entre la ciencia y la religión. El tiene sus propios demonios y sus propios santos. Demostrar a través de métodos científicos la existencia de Dios es su deseo: "[A Dios] le gusta la materia. Él la inventó.", recita en voz baja una cita de C.S. Lewis. Un autor que conoció en una librería de aeropuerto.

El origen, el principio, el lugar de donde venimos "¿Principio es cuando mire por primera vez las caderas juguetonas de Estrellita Marinera? ¿No es ella el equilibrio perfecto entre divinidad y ciencia? ¿No es un objeto comprobable por medio de métodos científicos? ¿Tocarla, desnudarla, despegar el vestido de su piel, unido por el sudor, penetrar sus poros, no es metodología científica? ¿No es ella una Diosa que cabalga el norte sin secarse una gota de sudor? (No hay que mirar abajo mientras uno cabalga)". "El sombrero" se considera un creacionista, pero también un asesino. Sin embargo ¿observar, formular hipótesis, comprobar y concluir es trabajo de un asesino o de un científico?

Su apodo ( "El sombrero") es elegancia total, pues esconde sus ojos bajo la solapa de su sombrero y deja ver su bigote religiosamente delineado. Sobre sus manos sostiene lo que el considera una ventaja comparativa sobre los demás, un libro de 50 hojas que contiene las respuestas resumidas a las preguntas más grandes de la ciencia. Cierto, extraña su pistola, sin embargo observar los aviones despegar y aterrizar, mientras mira de reojo su libro de ciencia, es una forma de evadir el temblor en su mano derecha. ¿Dios llevaba una pistola el día de la creación? ¿A veces baja y elimina lo que parece muerto, lo que no se aprovecha, lo que lastima y estorba? Dios es sangre y la sangre huele a nervio de muela bañado en caramelo.

Tiene una misión que guarda detrás de un ticket de compra. Dejó el río Humaya por un poco de placer y libertad. La humedad lo enloquece. Durante el ofrecimiento, pensó que el tiempo muerto de los hoteles y los aeropuertos, la observación y el silencio, los aprovecharía en la lectura científica. No entiende de aeropuertos, hay mucho silencio, el aire esta apretado, huele a helio, las partículas chocan fácilmente entre ellas, hay pocos espacios en blanco, y en medio, objetos muertos que estorban. "¿Podría matarlos por ti Dios? Es cuestión de representar un papel, cerrar los ojos, aguantar la respiración y big bang.

lunes, noviembre 07, 2005

Condición itinerante: Viaje DF-Marrakech-Tonalá y de vuelta por Tamarindos hasta el Valle del Chilango caído.

Strada vil.

Siempre he salido de cacería
en las noches,
negras de Ramadán,
de Miércoles de Ceniza,
de ayer y siempre.

Mi cacería en este noviembre de muertos
sólo me conduce al cadalso.

Desierto.

Cae la nocturna puta
en brazos de mi anochecer.
Arena derrumbada en el aguaclara,
sol de islas de aturdidos atardeceres,
a solas con el sol en Ksar El Kebir, (camino a la Melilla).

Tras husmear itinerante,
lleno de intenciones zahoríes,
navegué sobre la serpiente de arena.
The sugar cubes will never melt.
Que termine el ayuno, no, que no termine.

Maguey.

Esta noche la noche
es caza y cuenta,
escupe mi escape al mar.

Broto al borde
y a caballo la vida se cabalga mejor.
No hay bruja ni res que me detenga,
es la espuma del espasmo que deja
la caída desde el animal.

Es tarde de mujer de pulque
y distancia aguardiente.
Nadie me acompaña.

Nadie me reza más,
la marcha de los muertitos.

Cittá

Parado.
Arar.
Detener.
Temer y entre temer lo tenido
Te mudo, te mido.
Tus piernas, mi nido.

La segunda de las cobardías primarias

Yo me había sentado en las bancas del garage junto a la Maggie toda la noche en la fiesta de Ofelita.
Yo me había pasado de la mano con Margarita todo el viaje con los gringos del intercambio.
Yo me había enamorado de Margarita Villagrana Ruiz todo el 3er. Año de secundaria.
Tras ya meses de confianza, entusiasmo y expectativa, vino el momento.
If I live to tell the secret sonaba en aquella cochera
y entonces le tomé la mano
y a los ojos le dije:
Oye… ¿cuándo es tu cumpleaños?

viernes, noviembre 04, 2005

fragmento

DIOS DEL MIEDO

Canto 75
Vida no me vayas a quitar la suerte de gozarte. Sé y lo recuerdo, algún tiempo sólo anhelaba la muerte, ahora he guardado el hemistiquio fúnebre y te quiere en mi vida.

*Azul de risa entre las risas blancas que se arrodillan.

*Nada se parece a lo que siento,
dejo listas de inspiraciones, ideas y agudas sensaciones
voy detrás del azúcar
que me empalague de mi

Amarillo, rico, lee de voz que se arrodilla
nada en el fondo y me retuerzo
va de todos modos soy
y miro y siento, pienso, digo
tal vez me cuelgo, creo
se lirio que río nada es
y río y miro y sé que miro.

Ansias suerte de colmena
me oxigena el miedo
el cofre desahuciado
que guarda mi aliento
y voy, almaceno
y me río y me tiendo.

Todo radica en cuánto miedo tengo.
Entonces me aferro y río,
sonrío, me lima el viento.

Toda la risa que no huelo me
abraza, dormida esperanza
va a ser la brisa ardiente
y soles sin rastros de amaneceres
cambian los platos, los nuevos
trastes.

Al marfil le sobran huesos de
ambición y no aleja los recreos
me deshacen las canas suaves,
el alcohol delirante.

Y amanece tan lejos
no avanzo. Mira que lejos
está la mirada,
la suerte marchita,
sólo me extiendo,
me alzo,
y voy me dejo ser.

Y no estás viendo a éste canalla
sólo es la sombra triste
que se pinta de cobarde
ayer maté un hombre
y aún tengo fe.


DANI-EL

martes, noviembre 01, 2005

La condición del solitario roza más que la lágrima del perdedor: Mija, nunca dejarás de seducirme.

Esta vez vengo al billar a olvidarme de ti, pero ya te ví que a'i vienes. Aparecerte y levantarme la piel cuando estoy a así de embuchacar la nueve en la esquina de arriba, cuando busco que el ingrato del Cui se trague su sonrisa, no tiene madre. Me distraes. En el juego del paño la concentración es preponderante. Posar mi panza sobre la mesa, clavar los ojos en la rayada, luego en la blanca, apretar el puño izquierdo (no soy zurdo, pero tiro con ambas, aunque eso finalmente no te importe), y cuando casi tlack, tu beso en mi cuello enfurece y lleno de tiza me dejas un tiro espantoso. Recargada en la columna junto al baño, fumas y sonríes al mismo tiempo que digo carajo y escucho sólo a mi contrincante echar la burla. No andes más por acá, no me dejas ver, no me dejas tirar, ¿cuál era mi cigarro?, ¿voy? La gente se va despacito, y tú, como esa hermana Catrina que tienes, aposentas lenta y salvaje, el vaho en mi auto, cuarto, ropa y vida, impregnándonos de soledad. Qué poca madre. Ojalá y te ahogues con tu propia bola.

jueves, octubre 27, 2005

Léase oyendo la "Revolution" de Nina Simone

Alguna vez proferí esto al buen Hal. Esta, para usted, compañerita de fotos, gracias por darme nombre.

Usted me deja pensando y ya, no me deja boquiabierto, porque eso es lo que busco tras leer algo que pretende decir algo. Acaso he de ser un insatisfecho y mediocre lector. Sus imágenes me llevan a un aletargado L.A. Confidential o a un Desayuno Naked que reboza las copas de Kafka. Una imagen es una imagen es una imagen. Sí, ¿y la esperanza? Esa esperanza que da el reflexionar consentidamente sin sentido. Yo busco y añoro, con los puños enjutos sobre el pecho, en fetal fatal caída, con ojos apretados, -esa imagen... ¿la recuerda?- en una habitación de adolescente chilango, la esperanza de salir al micro o a la orilla del estero con una idea que me conmueva el espíritu. Idea, no imagen. Idea no imagen. Uno piensa en ideas, siente en imágenes, dicen los clásicos ¿O qué, por ser clásicos son despreciables? ¿Sabe qué? Sus imágenes me gustan, como me gusta la Tutsi Pop o la hermana del panadero, mi bollera. Asequibles pero efímeras. Las ideas efímeras se convierten en risas y abrazos de borracho alegre, dirían los posmodernos. Me deja pensando en la esperanza ¿Que qué digo diría yo? Ya lo dije ¿Le gusta la idea? Si le gusta, quédese boquiabierta a mi salud. Si no, espere. Repito, soy un insatisfecho y mediocre, déme un poco de esperanza, gracias y un abrazo no’más, por favor.

You'd better put a spell on you

Nunca he dicho que no tengo nada qué decir. Nada. Es inútil complacer al vigilante que eres cuando en las noches de asalto vienes voyeur a ver la letra en la mano ajena. Lávate mejor los dientes y deja que te lleve de la mano con la madrugada a tu morada por los golpes habitación oscurita. No, sin miedo no se llega a nada. Ábrete en canal puta desconsolada y cómete este susurro a la boca, desesperado. Ahora mójate el pelo, mírate en el azulejo y corre arrastrando las patas de la cama. Tápate y suda. Ya se te aparecerá el embrujo y el espanto. Payaso. Que te lleve el buen diablo si no acabas diciendo ¡que me lleve el diablo! Que me salve la vida si no te dije algo.

viernes, octubre 21, 2005

Turbio Viernes

Hoy tengo embarrado el diario,
no hallo blues ni bolero para consolarme;
y es la estúpida carga de males que traigo,
la que no me deja fumar en paz.
¿Qué hacer entonces cuando sucede?
cuando sientes que el día ha sido todo de día
y que no metes ni tercera en el tráfico,
que la noche no’más llegará sino hasta el finde.


Nada, no vale la pena retroceder cuando no hay esperanza.

jueves, octubre 06, 2005

¿Qué nos une?

Las relaciones humanas provocan parpadeos. ¿Qué nos une? ¿Qué provocó nuestro encuentro? Algunos días y otras veces de noche me asalta la misma duda (las tardes se me escapan a un ritmo de somnolencia digestiva entre cuatro paredes).
Duermo, camino, tuerzo el cuello, manejo con la incertidumbre: ¿Qué intereses intentamos equilibrar? Las respuestas vienen “de a montón”, como cualquier capricho: un casete, un dulce, una sonrisa, un guiño, una mano en el hombro, un baile, una invitación, etc.
No es tan sencillo, me he encontrado sorpresas dentro de la feria, cuando entramos a la casa de los espejos y nos reflejamos infinitamente.
Me sorprende despertar y sentir la urgencia de comunicarme con alguien. He guardado silencio ante interpretaciones ajenas, por que coincido todo el tiempo con ellas.
Es difícil indagar en los nexos, en los conectores, en los atados y en las ligaduras, estamos juntos o hemos estado juntos por una sencilla razón: compartimos esa necesidad de recrear un espacio que siempre ha permanecido ausente y aletargado.
No es capricho, son dos, tres, cinco o diez destinos paralelos, que caminan inevitablemente buscando un momento viceral. ¿Qué nos une? No se.

jueves, septiembre 22, 2005

Esta vez se va el verano

Bienvenido Otoño,
ya escupirás desde los árboles,
para que pise tu hojarasca
y llores y llores
y flores y me busques
abrazos con el viento.

Hueles al aire que respiro cuando lloro,
octubre de martes,
de mares y de pesadumbre.
Duraras hasta que me fuera (ojalá),
un día de estos,
en octubre
del mes de octubre.

jueves, septiembre 15, 2005

DEAD CAN BUY


Entras. Conoces Tower Altavista a la perfección. Vas clavado, derecho por Cibo Matto ¿Dónde demonios estará un grupo de japonesas con un inglés hijo de Beatle? El pedo de ese tipo de tiendas es que los cd’s están etiquetados por género. Carajo, ¿quién decide qué genero toca Ute Lemper, Marvin Gaye, Cohen, Cave? Al pasar atrás del dark, ves un par de ojos que pertenecen a un cuerpo fino y delgado, alto, de chica non oscura. Te haces pendejo. Das la vuelta en "u" y notas que la chica está entre Cranes y Cocteau Twins. No se decide por cuál llevar. Conoces ese gesto de mirada que busca alguna señal que indique la preferencia por el disco: derecha, izquierda, no se decide, hace muecas. Tu estrategia-sueño a seguir se repite. Llegas junto a la mujer y te detienes ante ese álbum que te sabes de memoria y que ya compraste en esa misma tienda hace 5 años. Finges interés. Lees la lista de canciones, te la sabes ya. Esperas que ella note tu presencia - ¡cómo evitarla!- y tu elección. Y lo hace ¿Conoces de Dead Can Dance? Te pregunta como quien en catecismo hace su primera intervención. Sí, un poco -contestas como no creyendo que te dirigió la palabra-. Es que no sé cuál comprar. Pues mira, el Towards the within -dices en perfecto inglés- es el más famoso, llévalo. Ya escuché el Treasure -en imperfecto inglés- de Cocteau -en perfecto francés- y me mató. Es el más oscuro de ellos. Sí, porque el Milk y el Heaven son más claritos, pero ¿cuál me llevo de estos? Mmm ¿ya oíste Cranes, Lacrimosa, Bel Canto, Bauhaus, Siouxie? Me suena Siouxie, ¿a poco conoces a todos? Pues... sí, mira lleva este de Cranes y este de Dead… ¿son para ti? Sí, ya sé que me veo fresa. Oye, yo no etiqueto Jaja, ya sé, aunque tus tenis amarillos no dicen mucho de tu música. Es que yo sí oigo de todo, todo, todo -¡deja en paz mis tenis amarillos!-. Bueno, adiós, gracias, me llamo Teresa. Adiós Teresa.

Idiota cobarde idiota cobarde idiota cobarde idiota cobarde idiota cobarde idiota cobarde idiota cobarde… Disculpa busco Stereo Type A de Cibo Matto...

martes, septiembre 13, 2005

Tiresias DF

He intentado navegar miles de leguas a ciegas. Esta noche me cobija la materia y no hay luz que pinche estos ojos yermos. Tras haberme embriagado del vientre de una mujer, haciendo una faena al mejor de los dioses, me ha embestido y castrado el destino injusto y cruel. [La soledad acapara mis límites cuando ya está puesto que la oscuridad me cubra manto sempiterno]. Esta mañana, he despertado taumaturgo, hermafrodita y sin cansancio. Palas eterna me tiene guardada una larga vida muy interesante, ataviada de santeros y premoniciones. Mi navegación ha recobrado ruta, bitácora y brújula. Tengo el don de la ceguera, debo dar miles de destinos.

"Tiresias, solo, recorría la sagrada región teniendo la barba incipiente con sus perros; sintiendo una sed innombrable, llegó junto a la corriente de un manantial ¡Desdichado! Sin quererlo vio las cosas que no están permitidas. Encolerizada, Atenea igualmente le habló: "¿Qué divinidad te condujo a ti, que no llevarás más los ojos contigo, por un difícil sendero?" Ella dijo por un lado estas cosas, y por el otro la noche se apoderó de los ojos del joven. Feliz Tiresias, pues tú has visto sin ser destruido el cuerpo desnudo de Atenea (…) Vives habiendo perdido la luz de tus ojos; Atenea transportó el brillo de tus ojos a tu espíritu".
De Calímaco, Himno V

lunes, septiembre 12, 2005

Volar es balar, el Cosmonauta es el hombre nuevo

Habría que dejar de soñar con soñar,
habría que dejar de soñar con volar.
Habría de ser el nuevo sueño ahora andar tan alto,
tan alto como el cosmonauta.
Volar no resuelve nada:

"De colores pinto el cielo
para bailar debajo de cada farola que inventamos.
¿Te acuerdas cuando me decías que fuera al sur?
Donde quieras, ¿quieres?
Al sur a buscar la vida que no encuentro,
porque la encontré con vosotros.
A vuestro lado y al nuestro,
al lado del viento que se ha calma’o
cuando dejo de entender
porque entiendo que no hay malos ni buenos.
Sólo hay, sólo hay que pensar que todo pasa,
que si estamos locos es porque pensamos subir muy alto.
Alto como el cosmonauta.
No el alto que entenderéis como alto.
Alto como el cosmonauta,
cuando encuentro una vida que no tengo,
cuando suena una guitarra,
cuando el sol de la primavera se cae muy lento,
cuando sigo manchando las hojas con letras".

De El Cosmonauta. Elbicho.

martes, septiembre 06, 2005

Narcissistic Bathers (boceto de un personaje)


Oliver W. ¿Oscar W? no tuvo conciencia jamás de que la vida no era tan elegante, de que el carnaval había terminado. Oscar no fumaba pero usaba tirantes para mantener sus pantalones firmes. No se dio cuenta jamás, de que los errantes ya se iban de la ciudad cuando el decidió ponerse cera en el pelo y usar calcetines con rombos. La música, significo un tanque de oxigeno debajo del mar. ¿Se han visto reflejados/refrescados en un miserable charco? Es lo mismo que la música en tu habitacion, cerrar los ojos y sumergirse en el espejo de uno mismo. Oscar quería transformar el mundo peinándose cuidadosamente antes de salir de su casa, pero mientras el día transcurría iba desapareciendo la firmeza y tristemente la forma de su cabello: ahí estaban contenidas todas sus aspiraciones. Parecía no importarle el mundo, pues dividia sus minutos tratando de encontrar al diablo en los detalles. Una mancha en el borde del azulejo del baño. Una elegancia violenta capaz de doblar la tela sin arrugarla.

lunes, septiembre 05, 2005

El Abrevadero de los Dioses


He abrevado de la esperanza durante los últimos 18 años. No me pregunten qué es o qué espero, porque puedo contestar como el poeta de Chiapas y no se vale robar. Esperemos a ser el pez que nada en el Sumidero, el agua fresca tras andar de Pochutla a Puerto Ángel, el limón para el pastor y la sal para el limón. Lullaby de la Cura a las tres del tarde de un lunes septembrino en un corporativo de banco transnacional cerca del zócalo, ni luz ni diablo ni hora ni aire, sólo Smith gimiendo en tu oído, eso, eso, muchachos, es la esperanza en forma de pez, agua, limón, sal y canción. Mi abuelo solía ir a la cantina "El Abrevadero de los Dioses" a vivir, bailar, beber y esperar. Cayó borracho muchas veces y murió una vez, caray, él tenía la esperanza de morir varias veces.

domingo, septiembre 04, 2005

De Violeta, Jacaranda y el mexica

Hay un lugar de esos que la vida regala -y es que hay otros que la vida vende, renta, presta-. Este se presenta a diario cuando le abro mis ojos a las ocho y media de la noche. Es una calle de Barcelona. Entensa, con "c" francesa. Huele a motoneta y a chicos que van a toda pastilla. Sucede cada jueves en esta esquina de Pino y Miguel Ángel, Coyoacán, D. F. Ha llovido y en primavera la jacaranda perfuma horriblemente el gusto y pienso en Violeta, mi Catalana. Para desatorarme de esa sensación me pellizco y me lavo los dientes. A pesar de que el viaje al Viejo Mundo es instantáneo, me molesta tener que pensar en el pasado a diario. A los lugares regalados no se les ve colmillo. Violeta tiene un hija, Jacaranda. Este Huitzilopochtli del siglo XXI que soy desea hacer un favor al mundo. Voy a dinamitar la calle, para que nunca más se sepa que el olor de las flores es un fármaco de la memoria que debería prohibirse a los mayores de 30. Me lavo las manos y entonces tomo el avión a Barcelona para que en la esquina de Diagonal y la Innombrable ya erija un arbolito de hojas violáceas sin olor. No volveré a recordar. Jacaranda vendrá y me devolverá el amor por el mundo. Adeu, Quinto Sol, Cuatro Vientos, 3, 2, 1... baño mi canto con flores, espejo de jades de mil colores "Just tell my wife I love her very much, she knows”.

viernes, agosto 26, 2005


Chris Ware (dale click para leerlo)

lunes, agosto 22, 2005

Guión de “Oscillate Wildly”. Parte II “No llueve en el velorio”

Música de salida (para un filme). Una escena violenta interrumpe los pensamientos de Oscar W. Dos viejos pelean, los golpes tienen un sonido parecido al que se produce cuando un bat revienta una pelota de hueso forrada de piel. La diferencia entre un bat y un puño no es mucha, en los dos casos si no se utilizan correctamente se rompen. Entre la bola y la cabeza: el peso, sin embargo casi nunca se usan correctamente.

El sonido de los golpes es un engaño. Cuestión de imaginación. Un sonido deleitable podría convertirse en un sonido aterrador, un sabor placentero podría convertirse en un disgusto al grado del asco, el truco esta en no curiosear mucho sobre el origen de las cosas. El director utilizó esta premisa para engañar al espectador. El sonido tétrico de cada golpe, fue grabado en el norte del país, durante la práctica de bateo de un beisbolista profesional. Es un sonido violento, de complexión robusta. Un golpe victorioso y sutil, que deforma y provoca escandalo.

(Se editaron los mejores sonidos, el beisbolista no cobro por este servicio, pidio, con orgullo, que se utlizaran los nombres con que bautizo a cada golpe: el cerveza helada, el carne sobre un asador, algo parecido al vodka, el camarón pulp (no pulpo), el placer compartido, el última pieza del rompecabezas, el sonido que coincide, el última palabra del crucigrama, el domingo en la mañana, el desayuno, el estero, el cuerno de chivo, el bahía, el safe, el click, el sí, el bien, el ok, el perfecto, el chilo, el levantarse, mirar, apretar los músculos y gritar. Una petición exagerada según el director.)

Oscar W. observa a un policía que pretende detener la pelea justo cuando las dos enormes masas, se levantan del suelo, sacuden tímidamente sus sacos, abrochan sus botones, sonríen y buenas noches, se disculpan al aire con cordialidad, como si hubieran terminado de firmar algún convenio o tratado. Oscar W., ignora el gesto completamente ridículo, busca en el pizarrón el nombre de su abuela. Son diez salas o velatorios. El hermano de Oscar W., baja las escaleras en ese instante, con un teléfono en mano, no parece angustiado ni mucho menos consternado; distraídamente, sin dejar de mirar el teléfono, saluda a uno de los viejos recién levantados con familiaridad e informa al mismo tiempo a Oscar W.: sala diez. El hermano parece domina la situación, sin embargo estan velando a diez cuerpos en el edificio, ¿Quién pretende dominar la situación? ¿No es momento perfecto para ignorar el orden?

La cámara, instalada en la última sala (10), se queda fija en el ventanal que recorren las gotas de lluvia, mientras Oscar W. sube las escaleras. Hay dos sillones y una dama fuma mirando al exterior. Oscar W., aparece de espalda a la camara y mira las puertas de las dos salas, la ocho y la nueve, después mira el ventanal, gira su cuerpo y se queda mirando la camara (sala 10). En su gesto disminuye la angustia al ver la sala diez, sin embargo, algo lo detiene unos segundos, tal vez el placer del encuentro o la coincidencia. Detrás de él, la dama que fuma canta, su voz es suave y familiar, una sopa caliente, un abrazo. Oscar W. se detiene, antes de subir a la sala 10, cierra los ojos, la pantalla se cierra también (simulando ser un ojo), se queda negra, sin imágenes, sin ventanal, sin sala, con el sonido de una voz que canta. La sala se queda oscura, se escucha a lo lejos la lluvia y Oscar W. piensa: “tal vez perdió el piso en algún momento”. ¿Quién no pierde el piso después de una muerte? Oscar W. no ¿perder el piso significa ignorar el orden? Corte y se repite.

martes, agosto 16, 2005

LOS CONVIDADOS DE PIEDRA III

En una de sus múltiples cartas a Olga Havlová desde la cárcel, Václav Havel afirma su ateismo de esta forma:

"Me doy cuenta de que en ese contexto te debo otra pequeña explicacion: al escribirte hace poco aquí se ha precisado mi punto de vista sobre las cosas que despiertan mi respeto me refería, antes que a nada, al mencionado dominio de uno mismo. No desear a cualquier precio lo que tiene el otro, no envidiar nada; no dejarse arrastrar por deseos insatisfechos ni satisfacerlos al precio de la autohumillación; no enfurecerse siempre que hay razón para ello y no pensar siempre en uno mismo; no sucumbir a la desesperación aunque la situación sea grave, o al menos guardar la angustia para sí y no molestar con ella a los demás, y sobre todo no dejar que se refleje en tu actuación; saber aceptar las consecuencias naturales de la propia actuacion, dominar la tendencia al odio y el deseo de venganza, saber perdonar; no sentir lástima por uno mismo y su destino (como si uno fuese el centro de toda la desgracia humana); no desahogarse de manera falsa o injusta y no compensar el propio sufrimiento haciendo sufrir a los demás; y un largo etcétera; todo ello son manifestaciones del dominio de uno mismo que admiro como característica de verdadero valor, tan distinto del falso-exterior y fingido-que suele manifestar soltando un torrene de palabras groseras, amenazas o incluso golpes (generalmente dirigidos a alguien de quien no se espera que devuelva la pelota); detrás de ese valor de los perdonavidas se oculta muy a menudo un carácter cobarde. Ahora los comprendo, pero no los respeto."

LOS CONVIDADOS DE PIEDRA II

Inolvidable disertación sobre la amistad como fuente de las más grandes bondades y objeto de las más bajas pasiones, según Sándor Márai:

"No ocurre muchas veces.... pero tampoco es tan raro como algunos creen. Yo he llegado a pensar que la amistad es un lazo parecido a la union fatal de gemelos. Esa peculiar correspondencia de las vocaciones, de las simpatías, de los gustos, de los aprendizajes, de las emociones ata a dos personas y les asigna un mismo destinto.
El general le pregunta a Kónrad: ¿Por qué me odiabas?...en el fondo de tu alma habitaba una emoción convulsa, un deseo constante, el deseo de ser diferente de lo que eras. Es la mayor tragedia con que el destino puede castigar a una persona. El deseo de ser diferentes de quienes somos: no puede latir otro deseo más doloroso en el corazon humano...Tenemos que soportar nuestro carácter y nuestro temperamento...Tenemos que soportar que nuestros deseos no siempre tengan repercusión en el mundo. Tenemos que soportar que las personas que amamos no siempre nos amen, o que no nos amen como nos gustaría. Tenemos que soportar las traiciones y las infidelidades, y lo más difícil de todo: que una persona en concreto sea superior a nosotros por sus cualidades morales o intelecutales. Esto es lo que he aprendido en 75 años de vida, aquí, en medio de este bosque. Pero tú no has podido soportarlo-dice en voz baja"

Los otros, los demás: nosotros.


Desanimo: un globo desinflado después de la fiesta, una piñata rota sin dulces; cuando soltamos un suspirote, cuando nuestra montaña de cartas se derrumba con un estornudo, cuando termina una canción en la radio justo al momento de prenderla, cuando la cartelera falla, cuando la lluvia termina, cuando el equipo pierde, cuando un cuerno le atraviesa la pierna al torero, cuando el amor se distrae, cuando la distancia gana, cuando el tiempo regresa como boomerang, cuando ya se fue o ya termino o cuando no lo dejo…Que otro hable por mi, hoy necesito escucharlo, necesito escuchar al sobreviviente, al conocedor de la condicion humana, que me rodeen los convidados. He fallado, no puedo presumir de nada, la humildad es una virtud devaluada de estos tiempos y que se confunde con el drama, doblar los brazos y reconocerse vencido, es un gesto de valentía, que no necesita de gestos dramáticos, solo la palabra mágica aceptarse. Todo lo demás es mentira.

LOS CONVIDADOS DE PIEDRA.

"Imitación de Verlaine

La noche infinitamente silenciosa de México DF
abre la boca y un muchacho de 18 años se inclina otra vez
frente a sus calles, observando, sin parpadear, los collares
y los asesinatos, los periódicos viejos
y los accidentes automovilísticos, que similares a un público
rodean el salón del vals, sus fronteras ambiguas, donde él,
vestido con pantalón vaquero y camisa blanca,
saluda de nuevo a una muchacha de ojos brillantes.

Y las copas tristes van de mano en mano por la larga mesa
de las conversaciones nostálgicas de los desempleados:
noches pasadas en un Vips o en un chino, observando
las transparentes velas que los ángeles apagan (a través
de ese murmullo él siente el contorno de voces muy remotas)
cuando las palabras indicadas para saludarse
eran escogidas entre los muchos letreros luminosos.
Cierta elegancia en los gestos de los sonámbulos,
o en su blanca, silenciosa y veloz manera de amar,
que el muchacho quiere estudiar antes de morir.
Roberto Bolaño"

miércoles, agosto 10, 2005

En California están los ángeles



Remember who you are.




Palmeras al borde de un ataque de nervios.

martes, agosto 09, 2005

El puente negro


Es tiempo de nostalgia y a veces sucede; hay que verificar el rezago del tiempo, sacudir el polvo de la alfombra. No hay solución, recaemos todo el tiempo; el tiempo no cura, pero si toca la puerta, abrir pronto, dejalo entrar dice el poeta Deniz. Es tiempo de recoger cenizas, de limpiar la mesa, de apagar las velas, de vaciar los restos de las botellas y de mirar el color rojo de las colillas en el cenicero, para evitar el dolor de cabeza y el arrepentimiento.

¿Alcanzan a distinguir bien la foto que esta al costado? Acérquense mas, es real. Es un atardecer del noroeste mexicano y por lo que observo cada vez se pone mejor, el cielo madura, hace guiños, es verano, es precioso, una sabana bordada con hilos rojos y azules que envuelve a la ciudad. Pase varios veranos manejando mi auto hacia el sol, justo a la hora del atardecer. Imposible salir inmune, todo acto tiene consecuencias y este me consumió la cabeza, ahora todo es lento y aburrido, como decía Basquiat después de sus vacaciones junto al ácido.

El puente negro es un objeto sin vida, sin tren, un guardián de los 3 ríos que parecen uno, una puerta de entrada a la ciudad. ¿Creen que es suficiente escribirlo, dramatizar sobre el asunto, solemnizar la situación, escribir un blog, platicar?

Tres historias y los dejo descansar: La noche en que dos camionetas se detuvieron justo a un costado del puente negro, frente a nosotros y nos impedían avanzar, como una metáfora a la permanencia (violencia). La madrugada en que detuvimos el auto en la curva que desemboca en la avenida independencia, para caminar sobre el puente negro (deseo). El sueño en el que un autobús me dejaba con mis maletas justo debajo del puente: no tenia casa, no tenia monedas y todos los teléfonos se me habían olvidado (miedo).

Todo es verdad, tengo miedo de seguir desando regresar, tal vez ya no tenga casa, ni recuerde los telefonos de nadie. Un impulso violento que no me deja descansar.

viernes, julio 22, 2005

Guión de “Oscillate wildly”. Parte I “Llueve en el velorio"


Música de fondo. Piano lento y repetitivo. Contundente. Guitarra y batería se unen al piano y en conjunto abren la toma. Llueve. No hay forma de secarse. En una esquina una pareja pelea, nadie gana pues ella le avienta agua en la cara proveniente de una botella, y los dos terminan mojados. El se enoja y la cámara corre por la acera hasta llegar a una avenida larga, dobla a la derecha y entra para detenerse justo en el tapete de la entrada. La música sigue, no hay necesidad de detenerla. El sonido de la lluvia disminuyo, se convirtió en un capitulo pendiente, en un elemento de la narración que tal vez defina la trama, no se puede poner una pistola en un texto sin disparala ¿no?. La cámara hace una pirueta, un espiral que va de los zapatos arrastrándose en el tapete para secarse, al rostro de Oscar W. (Narrador). Marea el movimiento de cámara, causa vértigo, almacena adrenalina en las ojeras (aquí el director rinde un tributo a ese gran invento que es la montaña rusa, una estructura que promete caerse desde que se edifico). La cámara se queda fija, mirando el rostro de Oscar W., (¿sucederá algo? ¿Se detuvo el tiempo? ¿Se atoro el rollo? ¿Cacaro?) Una voz en "off" , un minuto después conlcuye: “Que rico detenerse, ¿verdad abuela?¿Tremenda lluvia no? que bueno que te fuiste". Corte y queda.

jueves, julio 14, 2005

Fondo.

Me mira desde una posición extremadamente cómoda, desde el fondo, allá en la última fila del salón de clases, por decirlo de alguna manera, pero no es así, fuma y se queda mirando unos minutos como el placer se debilita hasta desaparecer en cenizas ¿la muerte o un cigarro que se consume con placer? o ¿el cigarro como fondo? Imagino, cuando la observo y ella juega con el plástico que envuelve su cajetilla de cigarros, que llora todo el tiempo aunque sus lagrimas sean invisibles, y su gesto incorruptible.
Esta un poco muerta desde hace tiempo y se ríe, su risa proviene de algún lugar lejano como el punto blanco que se negaba a desaparecer en la vieja tele de bulbos después de apagarse, un universo que lucha por sobrevivir, una metáfora al gran invento que es la ventana y que debería llamarse escape, toda una forma de sobrevivencia.
Nos quedamos callados, prefiero escuchar la música, ese remolino que poco a poco me ha logrado seducir, tal vez todo se resuma en que en verdad no me importa la opinión de alguien mas, ni la esperanza de alguien mas, ni la risa de alguien mas, ni el espíritu de alguien mas, ni los acentos de alguien mas, ni los consejos de alguien mas, ¿ridiculo no?, pero creo que son tiempos en que uno no esta para aguantar nada, que dan ganas de despegarse de todas esas manifestaciones pastosas, lentas y tan sufridas, con el mismo ímpetu/ansia/desesperacion que el altanero quita la mierda de su zapato, manteniendo el olor todo el dia.
Siempre nos quedamos callados, son nuestros fantasmas los que dialogan, juegan cartas, comparten el cigarro, tiran dados, hojean revistas, recuerdan peliculas, toman cafe, coinciden, mientras ella se asoma hacia el balcon en un gesto totalmente sucida, yo recargo mi cabeza en el sillon, cierro los ojos y temo desaparecer.
Me he vuelto un egoísta, un vicioso, un adicto que mira con placer el gran hongo de humo que destruye al mundo, desde el fondo de la musica, pegado a la pared a salvo del puñal, en donde seguramente nadie ni nada me puede sorprender, acaso la niña que llora, se quita la mierda del zapato, fuma, se rie y me mira como si yo cantara todas esas canciones que pongo en mi radio.

martes, julio 05, 2005

Bienvéngome

He aceptado esta invitatio. No sé -como dirían los inexpertos pero que no lo dicen por inexpertos- qué decir. Han de pasar unos cigarros y unas noches mil mil veces hasta que esta pluma recaiga sobre los kilos que llevo enterrados por años. Nunca se me ha dado lo de clavarme en algún sinsentido consentido. Nunca he dicho que no tengo nada qué decir. Nada. Es inútil complacer al vigilante que eres cuando en las noches de asalto vienes voyeur a ver la letra en la mano ajena. Lávate mejor los dientes y deja que te lleve de la mano con la madrugada a tu morada por los golpes habitación oscurita. No, sin miedo no se llega a nada. Ábrete en canal puta desconsolada y cómete este susurro a la boca, desesperado. Ahora mójate el pelo, mírate en el azulejo y corre arrastrando las patas de la cama. Tápate y suda. Ya se te aparecerá el embrujo y el espanto. Payaso. Que te lleve el buen diablo si no acabas diciendo ¡que me lleve el diablo! Que me salve la vida si no te dije algo.

Hace 4 añotes

Me siento viejo. Estos ojos están ansiosos de romperse en el claro oscuro del espejo que es mi alma. Nunca superaré las ganas de llorar. Me avergüenza no poder hacerlo. Ha llegado otro tiempo de calma. Una semana más –diría Jaime- para pasarme inadvertido delante de mi mal dolor, de mi mala voluntad para componer las virtudes. Sobrepasar la crisis concupiscible, la irascible, ¿y qué decir de la prudencia? Una vez más me hallo refugiado en la maldita razón, ya la extrañaba. He de hacer temblar el cielo al arrojar la toalla, las agallas. Las mujeres no están, ¿cómo hacerlas venir? La decadencia es la perfecta justificación para atiborrar de diálogos a cualquier interlocutor.

Mis manos son los peces,
el barco que aguarda el aplauso del cardumen es mi desdicha.
Pesquero de los besos no dados,
de los parpadeos que escucho de la boca de la buena mujer.
Quiero que se arrodille con la red bien asida
para tenderme al lento fuego,
desde la arena,
con las muñecas prendidas al cáñamo,
de una mujer de buen puerto.

¿Cuándo se me va agotar la incertidumbre del titubeo ante la sonrisa ajena? He rodeado miles de puertos y mi casco está oxidado. En las orillas ante la gente cuento que poseído por la rabia de dios te había arrastrado a mi cabaña de carne hasta que el primer sereno de la creación se había derrumbado; que sin nudos ni cobardías habías aprendido a saltar de noche entre las fieras, y a decir mi nombre por las tardes de lluvia y truenos; que entretanto el mundo nacía yo le reclamaba al Bondadoso tu distancia; que le había hablado de frente y que mi juventud no había aminorado; que le hice enojar; que me condenó a verte a diario y a quererte y a besarte.; y que tú nada, que sólo embravecías cuando no nos hallábamos los pómulos; que llorabas mucho y que yo triste pescaba y viajaba para darte de sorpresas; que fui dueño de la natura; y que tú nada.

lunes, julio 04, 2005

The way that he sings.




Hay noches, especialmente cuando se va la luz, en que añoro la compañía de mi guitarra. Es la forma en que me mira desde la oscuridad; arrumbada, coqueteando desde una esquina, mientras yo la miro como a un libro amarillento de física o de quimica; lo mismo que el chino. Es posible que entre todos esos sueños/pesadillas que tengo constantemente, que no son mas que oleajes enormes, ilusiones, deseos, proyectos, archivos comprimidos en imágenes sin sonido, exista uno que explique todo; aquel en el que melodías grandiosas, que yo toco, que yo compongo y que, lo mas extraño, yo canto en un idioma indescifrable, se escuchan todo el tiempo: un alivio del lenguaje, un logro de la musica.

(¿Por qué suena tan extraño cuando ellos dicen que el mundo se mueve hacia arriba? Es un misterio, tal vez; hay tantas cosas que no puedo entender.)

Lo mas extraño es que no solo la forma en que canto, sino las palabras que digo, una conjunción perfecta de objetos y materiales, como si la madera y el nylon fueran una extensión del cuerpo, y lograr conjunciones tan perfectas llenas de pausas, de voces y de guitarras fuera lo mismo que responder a un impulso tan simple como aplaudir o rascarse la cabeza.

Siempre termino despertando con el brazo entumido, aterrorizado al recordar que minutos antes me encontraba en un callejón inmenso, respondiendo a la mirada de un gato, con un sombrero puesto, como si el mundo se hubiera mudado de casa o el periódico amaneciera con su primera plana en blanco; sin guitarra, sin canción, sin voz, sin sonido, con el recuerdo vago de una vieja canción de radio, de un éxito que repito durante el resto del dia: la misma cancion que compuse en mi sueño.

martes, junio 28, 2005

BORDES.


Bordes Siempre.

Fue la nieve la que me dejo al borde. Mas especificos: un viaje en tren. No tenia humor para regalos. Tenia cara de soldado mexicano, me vi reflejado en el vidrio, una mezcla de inquietud infantil y curiosidad de asesino; esta en las venas de los ojos. Lo unico que me pertencia eran mis manos, pues cambiaba el disco, renovaba las baterias, limpiaba el vidrio para ver mi reflejo, acomodaba mi bufanda y siempre las movia por que temia perderlas; perderlas en el frio o verlas morir de frio o pensar tanto en el frio que me olvidara de ellas. Fue el frio el que me mostro los bordes. Las vias del tren, los rios petrificados (no es exageracion) , los arboles desnutridos, los postes de luz trotando, el frio estornudo de los pies y un temblor de nervio, no de nervios, sino una angustia del nervio, como cuando los dientes se aterrorizan ante la idea de comenzar de nuevo y tiemblan con el sabor de la nieve.
Cerca de la ultima estacion descubri el sentido de los bordes (y me lo repeti) : no olvidar jamas poner los acentos o el olvido ¿lo dije?.

domingo, junio 19, 2005

INVITACION

Dondequiera que haya un duelo, estaré de parte del que cae. Ya se trate de héroes o rufianes.
Estoy atado por el cuello a la teoría de esclavos esculpidos en la más antigua de las estelas. Soy el guerrero moribundo bajo el carro de Asurbanipal, y el hueso calcinado en los hornos de Dachau.
Hector y Menelao, Francia y Alemania y dos borrachos que se rompen el hocico en la taberna, me abruman con su discordia. Adondequiera que vuelvo los ojos, me tapa el paisaje del mundo un inmenso paño de Verónica con el rosto del Bien Escarnecido.
Espectador a la fuerza, veo a los contendientes que inician la lucha y quiero estar de parte de ninguno. Porque yo tambien soy dos: el que pega y el que recibe las bofetdas.
Señoras y señores: No hay salvacion. En nosotros se está perdiendo la partida. El Diablo juega ahora las piezas blancas.

Juan Jose Arreola.